El Aloe vera es una planta suculenta de la especie Aloe barbadensis que se ha utilizado durante siglos por sus propiedades medicinales y beneficios para la piel. También se conoce como sábila en algunos lugares. Esta planta tiene hojas carnosas y puntiagudas que contienen un gel transparente en su interior. El gel de aloe vera es rico en nutrientes, vitaminas, minerales y compuestos bioactivos que le confieren propiedades curativas y regenerativas. El gel de aloe vera se utiliza comúnmente para tratar quemaduras leves, irritaciones de la piel, cortes y heridas superficiales debido a sus propiedades calmantes y cicatrizantes. También se ha utilizado en productos para el cuidado de la piel, como lociones, cremas y geles, debido a sus propiedades hidratantes y su capacidad para aliviar afecciones como el acné, la dermatitis y la psoriasis. Además de su uso tópico, el aloe vera también se ha utilizado internamente en forma de jugo o suplementos. Se cree que tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y digestivas. Sin embargo, es importante tener precaución al consumirlo internamente, ya que puede tener efectos laxantes y puede interactuar con ciertos medicamentos. La planta de aloe vera es fácil de cultivar en climas cálidos y se puede mantener tanto en el interior como en el exterior en macetas. Requiere un suelo bien drenado y luz solar indirecta. Sus hojas pueden cortarse cuando sea necesario, pero es importante tener cuidado de no dañar el tallo principal.